Entendiendo el comportamiento de tu pequeño: causas y estrategias
Cuando hablamos de bebés, especialmente aquellos de 19 meses, es fácil caer en un mar de dudas sobre su comportamiento. ¿Por qué a veces simplemente no hacen caso? En esta etapa, los niños están explorando el mundo que les rodea. Esto significa que sus pequeñas mentes están trabajando al máximo, pero también pueden estar más interesadas en jugar o en sus propios pensamientos que en lo que les decimos. Si alguna vez has sentido que tu pequeño está en otro planeta, ¡no estás solo!
Las causas comunes del desinterés en niños de 19 meses
Desarrollo cognitivo y emocional
A los 19 meses, tu bebé está en una montaña rusa de desarrollo. Las habilidades cognitivas y emocionales están en plena evolución. Es normal que estén ocupados autoexplorándose, tocando, mirando y, en definitiva, descubriendo su entorno. Sin embargo, esto también puede jugar en su contra. Al estar tan sumidos en sus propias “aventuras”, pueden ignorar comandos simples como “ven aquí” o “no toques eso”.
Falta de atención o sobreestimulación
La atención de un niño es como un lípido volador: difícil de atrapar. A veces, el entorno puede ser demasiado estimulante, con colores brillantes, ruidos y otros niños jugando. En este escenario, es fácil que tu pequeño se distraiga. Sorprendentemente, un entorno menos cargado puede ayudar a que tu bebé se concentre mejor en ti y en tus indicaciones.
Personalidad y temperamento
Cada niño es un mundo; algunos son más independientes y naturalmente desafiantes. Otros pueden ser más dóciles o incluso tímidos. Si tu pequeño es del tipo que prefiere hacer las cosas a su manera, ¡puede que esté en la búsqueda de su autonomía! Es fundamental comprender que esto forma parte de su desarrollo. Intentando controlar todo, podemos generar más resistencia en ellos.
¿Cómo responder a este comportamiento?
Establece rutinas claras
Los niños pequeños prosperan en la rutina. Al establecer horarios y patrones, no solo les das una sensación de seguridad, sino que también les ayudas a anticipar lo que viene. Por ejemplo, si sabes que la hora de cenar es a las 6 PM, intenta comenzar la rutina a las 5:30 PM con un aviso de que la cena se aproxima. Esto puede hacer que estén más dispuestos a cooperar.
Usa el juego como herramienta
¿Quién dice que aprender y seguir reglas debe ser aburrido? Transforma las actividades en juegos. Puedes usar juguetes para atraer su atención. Por ejemplo, en vez de decir “ven aquí”, haz una carrera. Algo tan simple como “último en llegar es un huevo podrido” puede captar su interés y hacer que te presten atención. ¡Haz que se diviertan!
Ofrece opciones
En lugar de imponer decisiones, dale al niño dos opciones: “¿Quieres la camiseta roja o la azul?” Esto les hace sentir que tienen el control y que su opinión cuenta. Aunque puede parecer un pequeño cambio, permite que ellos se sientan partícipes de sus decisiones, lo que puede minimizar la resistencia a seguir tus indicaciones.
La importancia de la comunicación
Usa un lenguaje sencillo y directo
Evita utilizar oraciones largas y complicadas. Opta por frases cortas y directas. “Es hora de dormir” es mucho más efectivo que “Es hora de que vayamos a la cama porque ya es tarde y tienes que descansar”. Las palabras simples ayudan a que tu bebé comprenda mejor lo que le estás diciendo.
Modela la conducta que deseas ver
Los niños son como esponjas y tienden a imitar lo que ven. Si tú manejas la situación con calma y respeto, es probable que ellos hagan lo mismo. Mostrando cómo ser respetuoso y escuchar te ayudará a establecer un ambiente donde tu pequeño también se sienta motivado a hacer caso.
El papel del cariño en el comportamiento del niño
El poder del afecto
El afecto y el amor son fundamentales. Cuando un niño se siente querido y reconocido, tiende a estar más receptivo a las indicaciones de sus padres. Dedica tiempo a cubrir la cuota de abrazos y juegos. Esto crea un lazo fuerte que les ayuda a confiar en ti y estar más dispuestos a escucharte.
Evita las reacciones fuertes ante el desobedecimiento
Por más frustrante que sea, es fundamental evitar gritar o enojarse. Una reacción excesiva puede hacer que el niño se sienta inseguro, lo que solo generará más resistencia. Mantén la calma y trata de entender por qué no está respondiendo. Si manejas la situación con tranquilidad, es más probable que ellos también lo hagan en el futuro.
¿Qué hacer si mi bebé llora cuando le pido que haga algo?
Primero, verifica si hay razones detrás de ese llanto, como hambre o cansancio. También considera si estás pidiendo algo que realmente puede suponer un desafío para él. Enfócate en dialogar con él y explicarle por qué debe hacer lo que le pides.
¿Es normal que un niño de 19 meses no escuche siempre?
¡Totalmente! A esta edad, la curiosidad y la independencia son grandes. Ellos aún están aprendiendo a procesar instrucciones y a relacionarse con el entorno. Paciencia es clave aquí.
¿Cómo puedo mejorar la comunicación con mi niño pequeño?
La mejor forma es a través de la repetición y la constancia. Usa un lenguaje sencillo y directo. Asegúrate de que tu pequeño esté prestando atención antes de hablarle. A veces, un toque en el brazo o un suave llamado puede ayudar a captar su atención.