¿Por qué es importante abordar la ansiedad en los niños?
La ansiedad en los niños puede ser un monstruo oculto que se manifiesta de diferentes maneras. Tal vez tu pequeño se queje de dolores de cabeza o estómago antes de ir a la escuela, o quizás se muestre reacio a participar en actividades que antes disfrutaba. Lo curioso de la ansiedad es que, a menudo, no siempre se nota a simple vista, y muchas veces puede ser difícil de identificar. Pero aquí está la clave: existen dinámicas y estrategias prácticas que puedes utilizar para ayudar a tu hijo a manejar esas emociones desbordantes.
Dinámicas y juegos para aliviar la ansiedad
Cuando se habla de trabajar con niños, implica hacer las cosas de manera divertida. Es como intentar hacer que tomen medicina; si se presenta en forma de juego, ¡es mucho más fácil! Aquí te comparto algunas dinámicas y juegos que puedes experimentar.
El Juego de las Emociones
Este es un gran juego para explorar y expresar sentimientos. Utiliza tarjetas con diferentes emociones dibujadas o escritas. Pueden ser caritas felices, tristes, enojadas, etc. Cada vez que un niño elija una tarjeta, debe contar una situación en la que se haya sentido así. Este ejercicio ayuda a los niños a reconocer y verbalizar sus emociones, un primer paso crucial para enfrentar la ansiedad.
La Caja de la Calma
Arma una caja con elementos que representen la calma, como pelotas antiestrés, dibujos para colorear o hasta una pequeña almohada. Cuando tu niño se sienta ansioso, puede recurrir a esta caja y elegir un objeto. Podrá, por ejemplo, apretar la pelota antiestrés mientras respira profundamente. Se convierte en una herramienta práctica para momentos críticos.
Ejercicios de respiración
La respiración es como un superpoder que todos tenemos. A menudo, cuando estamos ansiosos, nuestra respiración se vuelve rápida e irregular. Enseñar a los niños a tomar respiraciones profundas puede hacer una gran diferencia. Pero, ¿cómo se hace esto de manera divertida?
La Respiración de la Tortuga
Imagina que eres una tortuga. Inhalas profundamente mientras metes la cabeza en tu caparazón y exhalas al sacarla. Es un ejercicio que no solo les enseña a respirar, sino que también les da una imagen divertida con la que pueden identificarse. Todo niño ama los animales, ¡así que a jugar de tortugas!
Soplar un Globo
El simple acto de inflar un globo es un ejercicio de respiración excelente. Cada vez que inflan el globo, están practicando cómo llenar sus pulmones de aire y controlarlo. ¿La parte divertida? Luego pueden usar el globo para jugar, ¡lo que alivia aún más la tensión!
Mindfulness para niños
La atención plena o mindfulness no es solo para adultos. Los niños también pueden beneficiarse de esta práctica. Dicho de manera sencilla, implica estar presente y conectar con el momento actual.
Paseo de los Sentidos
Toma a tu niño y da un paseo. Pero este no será un paseo cualquiera; durante el paseo, anímales a observar todo a su alrededor. Pregúntales: “¿A qué huele? ¿Qué sonidos puedes escuchar? ¿Cómo se siente el suelo debajo de tus pies?” Este ejercicio ayuda a los niños a enfocarse en el presente, en lugar de preocuparse por el futuro o lo que pueden estar sintiendo.
Juego de las Texturas
Reúne diferentes objetos con texturas varias: suave, rugoso, frío, caliente. Pídele a tu niño que cierre los ojos y toque uno de estos objetos. Luego, anímales a describir cómo se siente. Esto no solo les ayuda a concentrarse, sino que también les ofrece un momento de conexión contigo mientras juegan.
Crear un espacio seguro
Uno de los aspectos más importantes para ayudar a un niño a gestionar la ansiedad es crear un entorno en el que se sienta seguro y comprendido. Pregunta, escucha, y valida sus sentimientos.
Hablar a la altura de los ojos
Al agacharte y mirar a tu hijo directamente a los ojos, les transmites que les estás prestando toda tu atención. Pregunta sobre su día, lo que les gusta y lo que les preocupa. Al abrir esta línea de comunicación, estás ayudando a tu hijo a comprender que puede compartir sus ansiedades sin miedo al juicio.
Respeta su espacio personal
Los niños, al igual que los adultos, necesitan su propio espacio. Crear un rincón de calma en casa donde tu pequeño pueda ir a relajarse cuando lo necesite es fundamental. Puede ser un pequeño refugio con cojines y libros, donde se sienta a gusto. A veces, un poco de soledad es todo lo que se necesita para recargar energías.
Cuando buscar ayuda profesional
A pesar de que estas dinámicas y ejercicios son efectivos, hay ocasiones en que puede ser útil buscar la ayuda de un profesional. ¿Cómo sabes cuándo es el momento? Si notas que la ansiedad de tu hijo afecta significativamente su vida escolar, social o familiar, es hora de buscar apoyo externo.
Reconocer signos de alerta
Presta atención a cambios en el comportamiento como la irritabilidad constante, cambios en los hábitos de sueño o alimentación, o un aumento en el número de quejas físicas. Si tu niño parece estar en un ciclo de ansiedad que no se resuelve, no dudes en buscar ayuda.
Tipos de profesionales
Un psicólogo infantil o un terapeuta especializado en niños puede ofrecer herramientas y técnicas adaptadas a las necesidades de tu pequeño. La terapia no es solo para curar, sino también para prevenir que la ansiedad se convierta en un problema mayor en el futuro.
Trabajar la ansiedad en los niños no tiene por qué ser una tarea ardua. Al incorporar dinámicas lúdicas y ejercicios prácticos, puedes ayudar a tu hijo a reconocer y manejar sus sentimientos de una manera divertida y efectiva. Recuerda, este es un viaje conjunto. Cada pasito que den juntos será un avance hacia un bienestar emocional más sólido.
¿A qué edad es normal que los niños experimenten ansiedad?
La ansiedad puede aparecer en diferentes etapas de desarrollo, pero comúnmente se observa en la infancia temprana y puede persistir a lo largo de los años. Es normal, pero si notas que interfiere en su día a día, es recomendable buscar ayuda.
¿Puedo hacer actividades de relajación en casa?
¡Absolutamente! Establecer rutinas de relajación en casa, como yoga o ejercicios de respiración, puede ser muy beneficioso para los niños y puede integrarse fácilmente en su horario diario.
¿Qué debo hacer si mi hijo se niega a participar en las dinámicas?
Respeta sus sentimientos y no fuerces la situación. Intenta entender por qué se siente así, y busca la manera de acercarte a la dinámica de forma diferente o prueba con otra actividad más atractiva para ellos.